
Y esperas a encontrarme por el face, y aprovechando que te saludo, me dices que estas cerrando frentes, y yo contesto sin jugar, respondo de forma blanca, sin reproches... ¿tanto cuesta ofrecerme un café?, ¿una llamada telefónica?... Tanto cuesta una despedida, dejando así la puerta abierta, para no una amistad, pero sí una buena relación...
No me respetas, porque nunca me hice respetar.
Es tan difícil creer que no te gusto.
Y me dejé llevar por la presión de quien me quiere ayudar, y mandé un mensaje disfrazado de enfado, pero no es verdad que esté enfadada. Y me gustaría odiarte, pero lo único que obtengo es una rabia aprendiz por no haber conseguido en todos estos años, al hombre que más me ha gustado.
"eres un imbécil. Deberías cerrarte la bragueta en vez de cerrar frentes tonto de los cojones. Después de tantos años y me tratas así? Eres un sinvergüenza. Solo los niñatos follan con cualquiera. El problema lo he tenido yo durante años, hasta que hoy se me hizo la luz y me di cuenta que solo eres un pobre tonto. Solo me diste sexo, porque no tienes nada que aportarme."
Más patética aún, me arrepentí de haber mandado el mensaje y le mandé otro: "nunca voy a perdonar lo que dijiste de mi". A sabiendas de que nunca dijo nada, porque no le importo nada. Con la esperanza que llamara y así poder justificarme, para que me perdonara.......
Y no se da cuenta que me ha perdido para siempre. A pesar de mí y de lo que siento, me ha perdido para siempre.