miércoles, 23 de diciembre de 2009

NAVIDAD


Las luces en las calles vacías o llenas, da igual.

Los escaparates bonitos.

Mi alegría y la de la gente que quiero.

La comida rica y trabajosamente preparada.

Los villancicos.

El beso después de las campanadas, con el feliz año de todos los años.

El mantel bonito.

Las mejores copas.

El lacito de las servilletas.

La colocación de los platos de porcelana.

Partir el turrón.

Preparar el marisco.

Elegir el mejor vestido.

Los regalos de los Reyes Magos, que no podemos tocar hasta que llegue el día.

El roscón, con el mejor chocolate del mundo, el de mamá.

El vino. ¿Abrimos una botella de Champán? No, mejor de sidra.

La lombarda, que sigue siendo lombarda a pesar de las manzanas reinetas, golden, los piñones y las pasas.

El soniquete del día de la lotería.

Los adornos de casa.

Por todo ello, la navidad me gusta, y me hace feliz. Aunque tal vez, la navidad solo sea el momento en el que miras a través del cristal de un coche, y ves las luces blancas... y sientes paz. Paz de lo bonito, de lo inmenso, paz infinita. Por un segundo...........................

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